martes, 20 de junio de 2017

Ayer y hoy de la construcción en Cantalejo




La vida antigua  y las viviendas en Cantalejo

Con el paso de los años la construcción tradicional en los pueblos como Cantalejo, ha evolucionado mucho, tanto en los materiales empleados como en la manera de distribuir una casa. Hace ya unos cuantos años cuando alguien se decidía a construir una casa hablaba con el maestro albañil que más confianza tenía, se ponían de acuerdo en el precio de los jornales de oficiales y peones, sin más trámites como requisitos y normativas que cumplir. Cuando le tocaba la vez, como se decía antes, se empezaba a construir la casa. El propio maestro albañil hacía las tareas de arquitecto y tenía ya construido un patrón de casa, el mismo para todas las obras, lo único que variaba era el tamaño. 

En los pueblos, los habitantes se dedicaban a diferentes oficios, agricultores, ganaderos, tratantes de ganado, trilleros y criberos, o de todo un poco. Por eso todas las casas tenían zonas y departamentos con funciones muy concretas. Las más habituales eran: bodega, vivienda, cocedero, cuadras, corral, granero, pajar y taller. La bodega, normalmente, era subterránea. También se utilizaba un cuarto oscuro para esta función. Tenía varias aplicaciones, en ellas se elaboraba y se mantenía fresco el vino de cosecha o también llamado vino de pijacha. También se almacenaban las frutas y hortalizas que procedían de la huerta, así como los productos elaborados en la tradicional matanza del cerdo.

La vivienda se construía en la planta baja y su distribución era muy sencilla, constaba de cocina, despensa, y según la necesidad y el tamaño de la familia, varias alcobas, hoy llamadas dormitorios. En la mayoría de las casas existía una habitación llamada cocedero, donde se curaban los productos que se elaboraban en la matanza. En este espacio estaba ubicado el horno para hacer el pan, pues antes el pan se hacía en casa. Se consumía entre familiares y vecinos, alternando las semanas de cocción para no preparar el pan todos los días en todas las casas. 

El resto de la casa se distribuía según el oficio que desempeñaba el dueño y cubría sus necesidades. En las cuadras, los ganaderos tenía vacas y algún cerdo. Los tratantes de ganado cuidaban y criaban mulas y machos para ir a las ferias de ganado a comprar y vender animales. También se utilizaba de servicio para la familia, pues no existía el alcantarillado y el agua corriente. En el corral estaba situado el pozo de donde se sacaba el agua para consumo de animales y personas. 

En el caso de los trilleros y criberos existía una zona grande donde durante el invierno fabricaban y almacenaban trillos y cribas. Cuando llegaba el buen tiempo cargaban el carro de trillos y cribas y casi con lo puesto se recorrían media España, haciendo lo que llamaban ellos "el verano", vendiendo y arreglando lo que habían vendido otros años. Regresaban al pueblo en agosto para celebrar la fiesta

La primera planta, llamada sobrado, que se utilizaba para almacenar el grano y la paja que consumían los animales durante el invierno. Con el paso del tiempo muchas familias dejaron la agricultura y convirtieron este espacio en gallineros, dedicándose a la producción de huevos. 



El AYER de la construcción en Cantalejo

Cuando se acercaba la fecha de empezar la obra, aprovechando cuando hay menos tareas en el campo, el dueño empieza a hacer algunos trabajos, como ir picando la bodega y clasificando y almacenando el material que sale. Los trozos de barro grandes, llamados tobizos y el barro más menudo aprovechándolo para hacer paredes interiores. Con el carro y los machos empieza a almacenar piedra. Cuando se necesitan piedras blancas se traían del paraje del Enebral, situado en el término de Fuenterebollo, y también se traían de Valleruela de Sepúlveda. Cuando se necesitaban piedras rosadas se traían y se siguen trayendo de los pueblos como Sepúlveda, Villar de Sobrepeña o Aldehuelas. También con antelación iba preparando la madera que se fuera a emplear durante la obra, bien de sus propios pinares, de alguien del pueblo o incluso de los pueblos cercanos, como Sebúlcor, Aldeonsancho, Valdesimonte y algunos más. 

Cuando ya se iniciaba la obra el dueño se encargaba de ir a buscar a los arroyos, caminos, incluso al río, la arena que había arrastrado el agua durante el invierno, que mezclándolo con cal y agua se obtenía el mortero para la construcción de paredes. A la fabricación de la cal se dedicaban varias familias en el pueblo, y si no producían lo suficiente, se acudía al pueblo vecino de Cabezuela. El tiempo que le sobraba ayudaba en alguna tarea. 

Las casas se construían únicamente con piedra, cal, arena, madera y barro. Se aprovechaban los materiales al cien por cien y no existían restos contaminantes. Como no existía maquinaria, todo era manual, a base del trabajo físico de las personas. Según avanzaba la obra hacia arriba se iban montando andamios a base de madera y cuerdas. El personal se ponía a distinta altura y se iban pasando los materiales de unos a otros hasta llegar a su destino. 

Llegado el día de retejar acudía también la familia más allegada para echar una mano en esta tarea. Después era costumbre al terminar esta tarea de dar el "reteje", que consistía en invitar a todo el que había participado en esta tarea a comer o a cenar. Esta costumbre ha desaparecido a día de hoy.



El HOY de la construcción en Cantalejo

Con la aparición de nuevos materiales como el cemento, ladrillo visto, hormigón y prefabricados, la construcción tradicional se ha quedado un poco en segundo plano. En la actualidad, cuando alguien decide construir una casa tiene que seguir unos pasos muy distintos a los de antes. En primer lugar y muy importante, es contratar arquitecto y arquitecto técnico que después de explicarle tu idea de construcción y medir el solar, te diseñe varias opciones para la construcción de tu vivienda, redactando un buen proyecto. Cuando el proyecto está redactado, lleno de normativas, planos, medición y presupuesto, y aceptado por el cliente, se lleva al colegio de arquitectos para que le den el visado y pagar unas tasas y honorarios. Después hay que acudir al ayuntamiento del pueblo, presentar una copia del proyecto y solicitar una licencia de obra, pagando una tasa para poder ejecutar la obra. Seguidamente se ofrece el proyecto a varias empresas de construcción y se empieza una negociación. En la mayoría de los casos el propietario solo se fija y valora la parte económica, que sea lo más barata posible, sin dar importancia a otras cosas tan importantes o más que la económica. En otros casos, la persona busca una empresa seria y profesional, dando importancia a la economía, pero también a una serie de requisitos:
  • Calidad en los materiales
  • Calidad en la construcción
  • Oficios compuestos o formados por gente con experiencia y que cumplan todas las leyes
  • Cumplir con la seguridad e higiene en la obra
  • Cumplir plazo de entrega
  • Dar referencias de otros clientes a elegir, dando confianza y seguridad de que obra se va a ejecutar con un buen fin
Hoy en día la distribución de una casa es muy distinta a la de antes, el corral, la cuadra, cocedero, taller y sobrado han sido sustituidos por patio, merendero, garaje y buhardilla. En la actualidad se le da más importancia a la vivienda. La mayoría están compuestas por dormitorios, cuarto de estar, comedor, cocina y varios cuartos de baño, con muchas comodidades como calefacción, aire acondicionado, etc..., ya que los animales se crían en granjas fuera del casco urbano. 

Los materiales empleados hoy en día son muy distintos, hormigones, acero, plásticos, espuma y todo tipo de materiales con compuestos químicos. En la actualidad vuelve a resurgir con fuerza la construcción tradicional. La empresa El Talón Sierte, con más de 30 años de experiencia, ha ejecutado trabajos de todas las clases, construcción moderna, rehabilitación de viviendas, granjas ganaderas, construcción tradicional, etc... En los últimos años, nuestra empresa familiar ha dado un paso hacia delante acometiendo proyectos ecológicos y sostenibles, algo que parece que será la tendencia más probable en los próximos tiempos. 












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